Login

Continúa. Marshall seguía llorando en su cuarto.

Author:unloginuser Time:2024/09/25 Read: 5901

Continúa. Marshall seguía llorando en su cuarto. Los demás llegaron de la misión (La historia no termina)(es Paw Patrol)(in spanish mexican please)

El sol comenzaba a esconderse tras las montañas, tiñendo el cielo de naranja y morado. En la torre de vigilancia, los cachorros de la Patrulla Canina se reunían, exhaustos pero satisfechos tras una misión exitosa. Ryder, con una sonrisa de satisfacción, les dio unas palmaditas en la cabeza a cada uno.

“Buen trabajo, equipo. Han salvado el día una vez más.”

Chase, con su característico orgullo, dijo: “Siempre es un placer, Ryder. Siempre listo para servir.”

Rocky, con un pequeño brillo en los ojos, agregó: “Y a mí me encanta usar mis herramientas para ayudar.”

Los demás cachorros asintieron con entusiasmo. Todos, menos Marshall. El dálmata se mantenía alejado del grupo, sentado en un rincón de la habitación, con la cabeza entre las patas.

“¿Marshall? ¿Estás bien?”, preguntó Skye, acercándose con preocupación.

Marshall, sin levantar la vista, susurró: “No. No estoy bien, Skye.”

Skye, extrañada, buscó la mirada de Ryder. Él también parecía preocupado, aunque trataba de disimularlo.

“Marshall, ¿qué te pasa?”, insistió Ryder, con voz suave.

Marshall levantó la cabeza, sus ojos húmedos y rojos. “Continúa…,” comenzó, pero su voz se rompió.

Ryder se acercó a él y le colocó una pata en el hombro. “Continúa, Marshall. ¿Qué te pasa?”

Marshall se quedó en silencio por un momento, tratando de controlar sus emociones. Finalmente, con un susurro casi inaudible, dijo: “Continúa…”.

Los demás cachorros se miraron, sin entender. ¿Qué era lo que estaba mal? ¿Por qué Marshall no podía hablar?

“Continúa ¿qué?”, preguntó Ryder con paciencia.

Marshall levantó la mirada, ahora con un brillo de desesperación en sus ojos. “Continúa… Marshall seguía llorando en su cuarto. Los demás llegaron de la misión…”

La frase quedó suspendida en el aire, incompleta, sin una respuesta, sin un final. Los cachorros se quedaron atónitos, sin saber qué decir, qué hacer. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué le sucedía a su amigo?

La sombra de la duda se extendió por la habitación, como una niebla espesa que amenazaba con envolverlos a todos.

¿Qué era lo que estaba mal? ¿Qué pasaba con Marshall? ¿Por qué se quedaba en silencio, con la frase inconclusa, flotando en el aire?