Los personajes son enviados por Gerald para defend

La historia comienza con los personajes recibiendo una comisión de Gerald, un noble preocupado por el destino de Oakhaven, un pequeño pueblo agrícola asolado por constantes incursiones de kobolds. Estas criaturas no solo roban la comida y destruyen los cultivos, sino que también atacan a los aldeanos, dejando un rastro de muerte y desesperación. Gerald, consciente de la ineficacia de la milicia local, busca la ayuda de aventureros competentes para acabar con la amenaza kobold de una vez por todas. El pago prometido es generoso, lo suficiente para asegurar la atención de incluso los aventureros más experimentados.

Los personajes aceptan la misión y emprenden el largo viaje hacia Oakhaven. A mitad de camino, se encuentran con Willow Creek, una pequeña aldea tranquila que ofrece un respiro bienvenido.

Misiones Secundarias en Willow Creek:

1. La Maldición de las Ruinas: Las ruinas de un antiguo monasterio cerca de Willow Creek están infestadas de zombis. Un nigromante, Zakal, ha profanado el lugar, usando magia oscura para animar a los muertos y se rumorea que busca un poderoso artefacto dentro de las ruinas. Los aldeanos piden ayuda para limpiar las ruinas y poner fin a la amenaza de los zombis. La recompensa sería una pequeña suma de dinero y la gratitud de los aldeanos, además de experiencia y botín (pociones, gemas, etc.).

2. El Misterio del Pastor Perdido: El pastor de Willow Creek, un hombre venerable y querido, ha desaparecido misteriosamente. Su oveja favorita, un carnero blanco llamado “Nieve”, ha sido encontrado vagando solo y angustiado. Los aldeanos sospechan que podría haber sido atacado por un lobo o una criatura de la naturaleza y suplican a los aventureros que lo encuentren. La recompensa podría ser un objeto único (un amuleto bendecido, un mapa, etc.) o una bendición del sacerdote local.

Evento en el Camino: Después de completar las misiones en Willow Creek, los personajes se topan con un grupo de viajeros atacados por bandidos. Dependiendo de las decisiones de los jugadores, podrían optar por ayudarlos (obteniendo así más experiencia y posiblemente un aliado agradecido para el futuro) o ignorarlos (perdiendo la oportunidad de obtener ayuda o recursos).

En Oakhaven:

Oakhaven es un pueblo pequeño y desolado, con sus casas de madera mostrando evidencias del constante terror. Se pueden distinguir claramente la taberna (con una atmósfera sombría y pocas clientelas), una pequeña iglesia que sirve también como hospital (con un curandero abrumado), algunas tiendas con sus estantes semivacíos, una zona de cultivos destrozada, y un pequeño edificio de madera que sirve como cuartel de la guardia del pueblo.

El Guardia Elias, indicado por Gerald como punto de contacto, les espera en el cuartel. Es un hombre curtido por la guerra, con una mirada cansada pero decidida. Les explica la situación y les presenta las opciones:

1. Ayudar con los heridos: Se les unirán 1d4 aldeanos (con armas sencillas y poca experiencia en combate) para atender a los heridos y defender el pueblo.

2. Reforzar las defensas: Los jugadores pueden ayudar a reparar las barricadas, reforzar las puertas y preparar trampas, aumentando el tiempo que los kobolds tardan en irrumpir en el pueblo.

3. Reparar la zona de cultivos: Limpiar los restos, plantar nuevas semillas y proteger los cultivos permitirá la recuperación de la fuente principal de alimentos para los aldeanos y evitar más muertes por hambre.

4. Interrogar a un Kobold: Un kobold ha sido capturado y dejado atrás durante un ataque previo. Interrogándolo, los jugadores podrían obtener información crucial sobre el lugar de la guarida kobold, posibles entradas secretas, y la ubicación de los aldeanos capturados.

El Ataque: Cuando llega el momento del ataque, los kobolds aparecen en gran número, acompañados de varios bugbears (o incluso una horda de goblins liderada por un gran jefe hobgoblin) demostrando ser una fuerza mucho mayor a la que los jugadores pueden enfrentarse en ese momento. Los jugadores caerán inconscientes tras una dura batalla, siendo llevados a la guarida.

Después de este ataque devastador, Oakhaven queda prácticamente en ruinas. La mayoría de los aldeanos han muerto, dejando un paisaje de destrucción y desesperación como escenario para el siguiente acto de la aventura.